Signos y síntomas del cáncer de páncreas
Los síntomas de los cánceres pancreáticos exocrinos y de los tumores neuroendocrinos pancreáticos a menudo son diferentes de modo que se describen por separado.
Tener uno o más de los síntomas que se presentan a continuación no significa que usted tiene cáncer de páncreas.
De hecho, es más probable que muchos de estos síntomas sean causados por otras afecciones. No obstante, si tiene cualquiera de estos síntomas, es importante que un médico le examine para que se pueda determinar la causa y recibir tratamiento de ser necesario.
Signos y síntomas del cáncer de páncreas exocrino
A menudo, los cánceres pancreáticos en etapas tempranas no causan ningún signo o síntoma. Para cuando causan síntomas, a menudo ya se han propagado fuera del páncreas.
Ictericia y síntomas relacionados
La ictericia se manifiesta a través de la piel y los ojos que se tornan amarillentos. Se presenta como uno de los primeros síntomas en la mayoría de las personas con cáncer de páncreas (y prácticamente todas las personas con cáncer ampular).
La ictericia es causada por la acumulación de bilirrubina, una sustancia verde oscura producida en el hígado. Normalmente, el hígado segrega bilirrubina como parte de un líquido llamado bilis. La bilis pasa por el conducto colédoco hacia los intestinos, donde ayuda a desintegrar las grasas. Finalmente sale del cuerpo en las heces fecales. Cuando el conducto colédoco se obstruye, la bilis no puede llegar hasta los intestinos y el nivel de bilirrubina en el cuerpo se acumula.
Los cánceres que comienzan en la cabeza del páncreas están cerca del conducto colédoco. Estos cánceres pueden presionar el conducto y causar ictericia cuando aún son bastante pequeños, lo que a veces da lugar a que estos tumores se puedan encontrar en una etapa inicial. Pero los cánceres que se originan ya sea en el cuerpo o la cola del páncreas no ejercen presión en el conducto hasta que se encuentran propagados por todo el órgano. Para ese momento, el cáncer a menudo también se ha propagado fuera del páncreas.
Cuando el cáncer de páncreas se propaga, comúnmente pasa primero al hígado. Esto puede causar ictericia.
Orina oscura
algunas veces, la orina con un color más oscuro es el primer signo de ictericia. A medida que los niveles de bilirrubina aumentan en la sangre, la orina se torna de un color marrón.
Heces fecales pálidas o grasosas
la bilirrubina normalmente ayuda a dar a las heces fecales su color marrón. Si se bloquea el conducto biliar, las heces fecales pueden lucir pálidas o grises. Además, si la bilis y las enzimas pancreáticas no pueden llegar a los intestinos para ayudar a desintegrar las grasas, las heces pueden convertirse en grasosas y pueden flotar en el inodoro.
Comezón de la piel
cuando la bilirrubina se acumula en la piel, ésta se torna amarilla y comienza a picar.
El cáncer pancreático no es la causa más común de ictericia. Otras causas, como los cálculos biliares, la hepatitis y otras enfermedades del hígado y el conducto biliar son causas mucho más comunes.
Dolor de abdomen o de espalda
El dolor de abdomen (vientre) o de espalda es común en el cáncer de páncreas. Los cánceres que se originan en el cuerpo o la cola del páncreas pueden crecer significativamente y pueden comenzar a comprimir otros órganos cercanos causando dolor. Puede que el cáncer además se propague a los nervios cercanos al páncreas, lo cual a menudo causa dolor de espalda. Por supuesto, el dolor en el abdomen o en la espalda es bastante común y con más frecuencia es causado por otros padecimientos distintos al cáncer pancreático.
Pérdida de peso y falta de apetito
Es muy común que las personas que tienen cáncer de páncreas pierdan peso sin proponérselo. A menudo, estas personas tienen poco o ningún apetito.
Náuseas y vómitos
Si el cáncer presiona el extremo distal del estómago, esto puede bloquearlo parcialmente, dificultando el paso de los alimentos. Esto puede causar náuseas, vómitos y dolor que tiende a intensificarse después de comer.
Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado
Si el cáncer bloquea el conducto biliar, la bilis se puede acumular en la vesícula biliar, ocasionando que aumente en tamaño. A veces, un médico puede palpar este agrandamiento durante un examen físico (como una gran protuberancia debajo de la costilla derecha). También puede verse en estudios por imágenes.
En ocasiones, el cáncer de páncreas también puede causar un aumento en el tamaño del hígado, especialmente si el cáncer se ha propagado al hígado. Es posible que el médico pueda darse cuenta de esto al palpar el área debajo de la costilla derecha, mediante un examen o que pueda observarlo en los estudios por imágenes.
Coágulos sanguíneos:
En ocasiones, la primera señal de que una persona tiene cáncer de páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande, a menudo en una pierna. A esto se le llama flebotrombosis profunda (DVT, por sus siglas en inglés). Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la pierna afectada. En ocasiones, se puede desprender un fragmento de coágulo y desplazarse a los pulmones, lo que podría dificultar la respiración y causar dolor en el pecho. A un coágulo sanguíneo en los pulmones se le llama embolia pulmonar (o “PE”, por sus siglas en inglés).
Aun así, tener un coágulo sanguíneo por lo general no significa que usted tiene cáncer. La mayoría de los coágulos sanguíneos se deben a otras causas.
Anomalías del tejido graso:
Algunas personas con cáncer pancreático presentan una textura irregular del tejido graso debajo de la piel. Esto es causado por la secreción de enzimas pancreáticas que digieren la grasa.
Diabetes:
En pocas ocasiones, el cáncer de páncreas destruye las células productoras de insulina causando diabetes (alto nivel de azúcar en la sangre). Los síntomas pueden incluir sentir sed y hambre, así como tener que orinar frecuentemente. Con más frecuencia, el cáncer puede dar lugar a que surjan pequeños cambios en los niveles de azúcar en la sangre que no causan síntomas de diabetes, pero que aún se pueden detectar mediante análisis de sangre.